En el modelo tradicional se estimula mucho a los chicos a competir entre ellos, los mejores alumnos tienes reconocimiento, tienen premios, a aquellos niños que no les va bien en los exámenes, se les llama la atención, en muchos casos ni siquiera son tenidos en cuenta, todo el mundo habla de paz pero nadie educa para la paz, los colegios educan para la competencia y la competencia es el principio de la guerra.

Todas las leyes de educación nos hablan de objetivos de desarrollo humano profundos, valores humanos,cooperación, comunidad, solidaridad, igualdad, libertas, paz, felicidad y se llenan de palabras hermosas. La realidad es que la estructura básica del sistema, promueve justamente los valores opuestos, la competencia, el individualismo,  la violencia emocional, el materialismo. Cualquier idea que se promueve desde el argumento es incoherente con lo que la estructura sostiene.

Un niño en el colegio pasa más horas que un joven en la universidad, los aíslan y les enseñan a seguir órdenes, tomen el lápiz, saquen el cuaderno